COMO LIGAR CON DESCONOCIDAS
Aprende a conquistarlas en menos de dos minutos.
Vosotros creéis que es en algún momento entre el cuarto y el quinto café cuando ocurre pero en realidad, como bien dijo Chris Rock, una chica sabe si está dispuesta a irse a la cama o no contigo a los cinco minutos de conocerte, así que si todas las que conoces te consideran directamente un buen amigo hay algo que estás haciendo mal. La primera impresión es importante y en casos como ligar con desconocidas es, de hecho, lo único que tienes: Dos minutos en un bar, en la parada de metro o en medio de una manifestación para ser brillante, elocuente, simpático, encantador y follable.
¿Se puede? Sin duda. Aquí en GQ te vamos a dar unos pequeños consejos sobre cómo atacar a una desconocida y no acabar con una orden de alejamiento. Si no quieres acabar llorando como James Blunt en ‘You’re Beautiful’ lo que no supiste defender como hombre en el metro ante la posible mujer de tu vida, ármate de valentía y ve a por todas.
SÉ BREVE Y CONCISO
Ten en cuenta que vas a invadir su espacio aéreo e interrumpir cualquier cosa interesante que estuviese haciendo. Tú, por el momento, no eres para ella más que un pesado con potencial de poder ser un asesino en serie y necesitas captar su atención rápidamente. Un “¡Hola!” alegre, tu mejor frase (si además puedes adaptarlo a algo relativa a la situación actual, mil veces mejor) y una sonrisa a prueba de bombas. Después, deja que sea ella quien dé el siguiente paso para que puedas sacarle algo de información con la que continuar.
SÉ NATURAL
Intenta no sonar rimbombante. Olvídate del postureo y no te comportes ni como un pavo real ni como un caballero andante. Intenta ser espontáneo, sencillo, auténtico. Bastante violento es ya de por sí que te aborde un desconocido así que uno de los dos tiene que intentar que la situación parezca lo más normal del mundo, no algo que haga saltar las alarmas. Ojo que he dicho natural y no ‘tú mismo’ porque, seamos sinceros: si siendo tú mismo fueses capaz de ligártela no estarías leyendo este artículo. Deja el tú mismo auténtico para cuando consigas una cita y tengas algo de tiempo.
NO TE PASES DE ORIGINAL
Tengo un amigo que intentó entrar a una chica en un bar con un trozo de hielo en la mano. Cuando captó su atención tiro el trozo de hielo al suelo y le dijo: “Ahora que hemos roto el hielo…”. La chica le comentó que el hielo aún permanecía intacto. Mi amigo intentó romper el hielo con todas sus fuerzas pisándolo una y otra vez pero el trozo parecía más bien de metacrilato. Cuando consiguió por fin romper la punta del iceberg y levantó la cabeza la chica y sus amigas estaban a tres bares de distancia.
NO VAYAS DE LISTILLO
Hay una fina línea entre hacerse el interesante y pasarse de listo. No la cruces. No intentes imitar su acento, no le expliques ‘El árbol de la vida’ ni por qué Terrence Malick es un genio incomprendido ni que eres cinturón negro de taekwondo ni, en definitiva, hables por hablar: escucha. Cuando diga algo que le guste y de lo que tú sepas, lánzate. En cualquier caso, estate atento al ánimo de tu interlocutora. Si ves que la cosa se parece cada vez más a ‘Aterriza como puedas’ y ella está rociándose una lata de gasolina por encima, cambia de tema. Un amigo mío solía hablar de ropa con chicas en los bares creyendo que era algo que tendrían en común y hablaba del tema tanto rato que todas acababan creyendo que tenía muy buen gusto para la ropa pero que era una lástima que fuese gay.
CUIDADO CON LA CASPA
Todo ese rollo de tienes unos ojos preciosos, me ha enamorado tu sonrisa, tienes un algo que ha hecho que esté ciego de amor... Guárdatelo. En serio, si eres capaz de conseguirla con cualquiera de esas frases lo habrías conseguido igualmente con un eructo, así que no vale la pena el esfuerzo. Venga, hombre, si realmente tiene unos ojos preciosos: ¿Crees que habrás sido el primero en decírselo? Los poemas sólo funcionarán ya cuando ya esté enamorada de ti.
DESPACITO Y BUENA LETRA
Muchos hombres lo intuís, otros lo teméis y yo voy a contaros la verdad. Efectivamente, las mujeres tenemos un don que nos permite oler la desesperación de un hombre a 200 kilómetros a la redonda. Si te acercas a ella pensando que es tu última oportunidad en la vida de echar un polvo, polvo será lo único que verás mientras huye despavorida. Y esto igual no os lo decía vuestra madre, pero ya os adelanto yo que, si queréis ligar, hay que salir con todo hecho de casa, chicos. Todo.
APRENDE A ENCAJAR UN NO
Ponerte a conocer a alguien de cero del que no sabemos nada en la mayoría de las ocasiones da más pereza que otra cosa y es por eso que la mayoría de las mujeres tenemos un no en la boca por defecto como medida de defensa. A veces saber encajar ese no inicial con gracia y con salero es lo que más oportunidades puede darte para acabar llevándotela a casa, por increíble que parezca. Así que encaja el no con una sonrisa, haz algún comentario simpático sobre que no pasa nada y estate atento por si vuelve a cruzar su mirada contigo en algún momento. Si lo hace y vuelves a tener otro encuentro fortuito con ella en otro momento, lo más seguro es que tengas muchas opciones de que acabéis en la cama. Yo, por ejemplo, una vez quedé con un chico al que no había visto nunca en mi vida y le dejé bien claro que aquello no era una cita y no iba a pasar nada de nada. Se lo dije mil veces antes de quedar, durante aquella tarde-noche e incluso varias veces después en la cama de su casa. Si es que si jugáis bien vuestras cartas, realmente nunca se sabe.
¿Se puede? Sin duda. Aquí en GQ te vamos a dar unos pequeños consejos sobre cómo atacar a una desconocida y no acabar con una orden de alejamiento. Si no quieres acabar llorando como James Blunt en ‘You’re Beautiful’ lo que no supiste defender como hombre en el metro ante la posible mujer de tu vida, ármate de valentía y ve a por todas.
SÉ BREVE Y CONCISO
Ten en cuenta que vas a invadir su espacio aéreo e interrumpir cualquier cosa interesante que estuviese haciendo. Tú, por el momento, no eres para ella más que un pesado con potencial de poder ser un asesino en serie y necesitas captar su atención rápidamente. Un “¡Hola!” alegre, tu mejor frase (si además puedes adaptarlo a algo relativa a la situación actual, mil veces mejor) y una sonrisa a prueba de bombas. Después, deja que sea ella quien dé el siguiente paso para que puedas sacarle algo de información con la que continuar.
SÉ NATURAL
Intenta no sonar rimbombante. Olvídate del postureo y no te comportes ni como un pavo real ni como un caballero andante. Intenta ser espontáneo, sencillo, auténtico. Bastante violento es ya de por sí que te aborde un desconocido así que uno de los dos tiene que intentar que la situación parezca lo más normal del mundo, no algo que haga saltar las alarmas. Ojo que he dicho natural y no ‘tú mismo’ porque, seamos sinceros: si siendo tú mismo fueses capaz de ligártela no estarías leyendo este artículo. Deja el tú mismo auténtico para cuando consigas una cita y tengas algo de tiempo.
NO TE PASES DE ORIGINAL
Tengo un amigo que intentó entrar a una chica en un bar con un trozo de hielo en la mano. Cuando captó su atención tiro el trozo de hielo al suelo y le dijo: “Ahora que hemos roto el hielo…”. La chica le comentó que el hielo aún permanecía intacto. Mi amigo intentó romper el hielo con todas sus fuerzas pisándolo una y otra vez pero el trozo parecía más bien de metacrilato. Cuando consiguió por fin romper la punta del iceberg y levantó la cabeza la chica y sus amigas estaban a tres bares de distancia.
NO VAYAS DE LISTILLO
Hay una fina línea entre hacerse el interesante y pasarse de listo. No la cruces. No intentes imitar su acento, no le expliques ‘El árbol de la vida’ ni por qué Terrence Malick es un genio incomprendido ni que eres cinturón negro de taekwondo ni, en definitiva, hables por hablar: escucha. Cuando diga algo que le guste y de lo que tú sepas, lánzate. En cualquier caso, estate atento al ánimo de tu interlocutora. Si ves que la cosa se parece cada vez más a ‘Aterriza como puedas’ y ella está rociándose una lata de gasolina por encima, cambia de tema. Un amigo mío solía hablar de ropa con chicas en los bares creyendo que era algo que tendrían en común y hablaba del tema tanto rato que todas acababan creyendo que tenía muy buen gusto para la ropa pero que era una lástima que fuese gay.
CUIDADO CON LA CASPA
Todo ese rollo de tienes unos ojos preciosos, me ha enamorado tu sonrisa, tienes un algo que ha hecho que esté ciego de amor... Guárdatelo. En serio, si eres capaz de conseguirla con cualquiera de esas frases lo habrías conseguido igualmente con un eructo, así que no vale la pena el esfuerzo. Venga, hombre, si realmente tiene unos ojos preciosos: ¿Crees que habrás sido el primero en decírselo? Los poemas sólo funcionarán ya cuando ya esté enamorada de ti.
DESPACITO Y BUENA LETRA
Muchos hombres lo intuís, otros lo teméis y yo voy a contaros la verdad. Efectivamente, las mujeres tenemos un don que nos permite oler la desesperación de un hombre a 200 kilómetros a la redonda. Si te acercas a ella pensando que es tu última oportunidad en la vida de echar un polvo, polvo será lo único que verás mientras huye despavorida. Y esto igual no os lo decía vuestra madre, pero ya os adelanto yo que, si queréis ligar, hay que salir con todo hecho de casa, chicos. Todo.
APRENDE A ENCAJAR UN NO
Ponerte a conocer a alguien de cero del que no sabemos nada en la mayoría de las ocasiones da más pereza que otra cosa y es por eso que la mayoría de las mujeres tenemos un no en la boca por defecto como medida de defensa. A veces saber encajar ese no inicial con gracia y con salero es lo que más oportunidades puede darte para acabar llevándotela a casa, por increíble que parezca. Así que encaja el no con una sonrisa, haz algún comentario simpático sobre que no pasa nada y estate atento por si vuelve a cruzar su mirada contigo en algún momento. Si lo hace y vuelves a tener otro encuentro fortuito con ella en otro momento, lo más seguro es que tengas muchas opciones de que acabéis en la cama. Yo, por ejemplo, una vez quedé con un chico al que no había visto nunca en mi vida y le dejé bien claro que aquello no era una cita y no iba a pasar nada de nada. Se lo dije mil veces antes de quedar, durante aquella tarde-noche e incluso varias veces después en la cama de su casa. Si es que si jugáis bien vuestras cartas, realmente nunca se sabe.
http://flyercmpublicidad.blogspot.com.es/
ResponderEliminar